“el Sueño del Mono Loco”, de Fernando Trueba

Interesante película del director de "Belle Epoque", protagonizada por un más que correcto Jeff Goldblum, "El sueño del mono loco" incursiona en el dispositivo argumental de cine dentro del cine, con una trama oscura que envuelve a un guionista no muy convencido del trabajo que se le ha encargado.-

Claudio D. Sosa
Claudio D. Sosa
11 de May · 621 palabras.
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🕘 Resumen

El artículo habla sobre la película "El sueño del mono loco", dirigida por Fernando Trueba en 1989 y protagonizada por Jeff Goldblum. La trama se centra en Dan, un guionista estadounidense que vive en París y es contratado por un misterioso director llamado Malcolm para escribir el guión de su próxima película. A medida que Dan trabaja en el proyecto, descubre que algo extraño está sucediendo en la relación entre Malcolm y su atractiva hermana. La película recibió varios premios Goya en 1990, incluyendo Mejor Película, Mejor Director, Mejor Guión Adaptado y Mejor Fotografía. La película es una mezcla de thriller, drama y suspenso con una trama que mantiene al espectador en vilo hasta el final. La actuación de Goldblum es excelente, así como la fotográfica, que refleja de manera precisa la atmósfera tensa y oscura de la historia. En general, es una obra que no deja indiferente y que merece ser vista por aquellos que disfrutan de las películas de suspense bien construidas.
Ficha técnica:

Origen: España/Francia
Año: 1989
Duración: 108 minutos
Género: Thriller, Drama, Suspenso
Director: Fernando Trueba
Guión: Fernando Trueba, Manolo Matji y Menno Meyjes,
basado en "The Dream of the Mad Monkey" de Christopher Frank.
Música: Antoine Duhamel
Fotografía: José Luis Alcaine Escaño
Montaje: Carmen Frías

Reparto:

Jeff Goldblum: Dan Gillis.
Miranda Richardson: Marilyn.
Anémone: Marianne.
Daniel Ceccaldi: Julien Legrand.
Dexter Fletcher: Malcolm Greene.
Liza Walker: Jenny Greene.
Jerome Natali: Danny.
Asunción Balaguer: Juana.
Arielle Dombasle: Marion Derain.
Micaela Sébastian: Arianne.

Sinopsis:

Un guionista americano llamado Dan Gillis, recibe el encargo de escribir el guión para la película de un joven y extraño director, Malcom. En principio es reticente por su situación personal, pero la obsesión sexual por la hermana de Malcom lo lleva a escribir el guión. Después se da cuenta de que está enredado en una densa y morbosa trama de difícil salida.

Comentario:


Dan (Jeff Goldblum), guionista norteamericano que vive en París y al que acaba de abandonar su mujer, dejándole a él la custodia del hijo de ambos, es contratado para escribir un guión y colaborar con Malcom, un joven, desconocido y misterioso director (Dexter Fletcher). A medida que el guionista comienza a realizar su trabajo y a relacionarse con el director, va advirtiendo de que hay algo raro en el trato que éste tiene con el productor de la futura película (Daniel Ceccaldi). Intrigado, poco a poco Dan irá descubriendo el juego que el director y su atractiva y muy joven hermana (Liza Walker) desenvuelven con cada uno que se opone a los proyectos de Malcom.

En el año 1990, “El sueño del mono loco se llevó el Goya a la mejor película; al mejor director; al mejor guión adaptado, para Menno Meyjes, Manolo Matji y Fernando Trueba, a partir de la novela "The Dream of the Mad Monkey", de Christopher Frank; a la mejor fotografía, para José Luis Alcaine; al mejor director de producción, para José López Rodero; y al mejor montaje, para Carmen Frías.

Las historias que se cuentan en la película son sugerentes: un padre de familia que se niega a crecer, que tiene miedo a las responsabilidades, y un joven director de cine consentido y caprichoso que echa mano de su hermana adolescente para conseguir todo aquello que quiere y no le conceden, y que, al toparse con un problema serio de verdad, como es la desaparición de Jenny, en lugar de ponerse en acción y buscarla, se queda en casa y se evade del problema, droga mediante.

La prueba de que Dan es sólo un niño grande que no madura, se muestra bastante bien en la película utilizando el personaje de su hijo, con quien el protagonista juega sin preocuparse de si van a romper la casa o de si es la hora de acostarse, y que luego el niño, con los miedos propios de la infancia, nota que no va a encontrar la protección que necesita en su padre, opta por recurrir a su madre, aunque ésta tenga que ir a la casa a brindarle contención a altas horas de la madrugada.

Por otra parte, Dan se queda prendado obsesivamente, al borde del enamoramiento, por la juventud y la belleza de Jenny, hasta seguirla a donde ella caprichosamente dicte. Se vuelve loco por ella, por esa perfección y esa mezcla de ingenuidad y malicia, de perversión y sensualidad que encierra ese cuerpo juvenil, hasta el punto de no razonar, de comportarse impulsivamente, incapaz de advertir la naturaleza y la proporción de las cosas que está experimentado, aunque después, cuando la realidad, imponiéndose, se revele ante él, la vida le concederá la oportunidad de madurar.-

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