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Homeópata, un Trato de Amigo

Por alguna razón que imaginamos, es el tiempo y las formas diferentes, que se le dedica a la consulta de un enfermo en la medicina alternativa llamada homeopatía.

Pepe G
Pepe G
4 de March · 460 palabras.
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🕘 Resumen

Este artículo habla sobre cómo la homeopatía no trata enfermedades, sino pacientes, y cómo la consulta con un especialista en esta medicina se basa en un examen detallado de los síntomas, el carácter, la historia médica y los hábitos del paciente. La homeopatía y la medicina convencional son dos sistemas válidos que comparten el objetivo de lograr la salud del ser humano, aunque existan diferencias en sus procedimientos. El enfoque de un médico homeópata es diferente al de un médico convencional, ya que se enfoca en conocer al paciente de manera integral y no solo en los síntomas para establecer un diagnóstico y tratamiento. Es por eso que la visita con un médico homeópata puede ser un poco más prolongada, ya que busca conocer el carácter del paciente y saber cómo cambia debido a la enfermedad, además de analizar las alteraciones del organismo. Con ciertos pacientes, es posible obtener un buen resultado preguntándoles sobre sus cualidades y defectos y cómo es su día a día. En conclusión, la homeopatía se enfoca en tratar al paciente de manera integral, mientras que la medicina convencional se enfoca en tratar la patología en sí.
La Homeopatía no atiende enfermedades, simplemente enfermos, y por eso la consulta con un especialista en esta medicina se basa en un minucioso examen de los síntomas, carácter, historia médica y hábitos del paciente que, de otro modo, nos recuerda la calidez del médico familiar.
La Homeopatía y la terapéutica convencional son, más que antagónicos, dos sistemas válidos que comparten la meta de lograr el beneficio y salud del ser humano, aunque existan diferencias en sus procedimientos.
No es nada raro que la consulta con facultativos dedicados a uno u otro sistema terapéutico, aunque similares, tengan diferencias. Es porque la perspectiva es diferente: el médico homeópata parte de la imagen de una persona que cuenta su enfermedad de diferentes maneras, a través de síntomas y signos (lo que el experto percibe del paciente), mientras que el tradicional se enfoca en los síntomas para establecer un diagnóstico y poner un tratamiento, sin olvidar que tiene un enfoque fragmentario del enfermo porque es visto a través de especialidades.
Los alópatas se acogen a tratamientos ya establecidos; eligen uno y si no da resultado pasan a otro, los homeópatas no se fijan en la patología en sí, que desde luego es importante, tratan de conocer más al paciente, de ubicarlo en su entorno y verlo como un ser integral. Esa es una diferencia notable.
La importancia de este enfoque es evidente, aunque se puede decir, por ejemplo, que una hepatitis es siempre la misma, ya que es proporcionada por un virus determinado y afecta siempre a los mismos órganos, lo cierto es que cada uno vive su enfermedad de forma distinta y de ello depende el tratamiento a seguir.
No es raro que la visita con un médico homeópata sea un poco más prolongada, ya que dicho especialista busca conocer el carácter del paciente y saber cómo cambia a causa de la enfermedad, sin olvidarse del análisis de las alteraciones del organismo.
Con ciertos pacientes, puede ser un buen resultado preguntarles cinco cualidades y cinco defectos de su forma de ser. También que nos digan cómo es su día, desde que comienza hasta que se va a dormir, pasando por el desayuno, sus actividades en el trabajo, ambiente laboral, a qué hora almuerzan y su relación familiar. Hay que ser minucioso, pero no hacerles preguntas ofensivas para la dignidad de la persona.
El médico homeópata debe encarar la consulta sin prejuicios y actuar con seriedad, tacto, cautela, paciencia, conocimiento de la naturaleza humana y cultura médica; además, debe escuchar y observar atentamente al paciente, evitar inducir respuestas, consignar los datos obtenidos a través de exploración física y actuar con habilidad en caso de que las causas o la naturaleza de la enfermedad resulten vergonzosos.
 
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