Imaginar: Sueñe y Ejecute

Usted tiene el inmenso poder de imaginar y soñar sus metas y, tarde o temprano, éstas se ejecutarán. Alguna vez soñé con ver en persona a Sharon Stone, y mi sueño se hizo realidad! Cuando menos lo espere, lo que imagine y sueñe con emoción y fe, se manifestará físicamente en esta vida!

Marcelo Tarde
Marcelo Tarde
12 de November · 711 palabras.
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🕘 Resumen

El artículo habla sobre la importancia de la imaginación en la creación de la realidad tangible. Todo lo que existe, desde una casa hasta un artículo, comenzó como una idea o un pensamiento. El autor enfatiza en que cada persona posee el gran poder de imaginar lo que quiere lograr y llevarlo a cabo. Sin embargo, también se requiere esfuerzo y acción para hacer realidad los sueños y no dejarlos como meras ilusiones. El artículo finaliza con una anécdota personal donde el autor, a pesar de considerar su deseo de conocer a la famosa actriz Sharon Stone como una ilusión van a, finalmente la conoció después de los anfitriones franceses ganaran la Copa del Mundo de fútbol. En resumen, el artículo destaca la necesidad de tener una buena imaginación y el coraje de seguir adelante para hacer realidad los sueños.

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* “La imaginación gobierna el universo” (Napoleón Bonaparte)

Toda realidad tangible, antes de serlo, fue una idea, un pensamiento, un producto de la imaginación. Todo lo que está hecho, incluso este artículo que forma parte del libro “Cómo Vivir en el Planeta de la Confusión”, era solo imaginación.
Pero un buen día, se convirtió en una realidad que ahora usted puede comprobar con sus sentidos. La casa donde vive o las oficinas donde trabaja, en el pasado sólo eran modestos baldíos, hasta que alguien soñó que allí mismo fabricaría esa casa o edificio.
Esta situación comprueba las afirmaciones de Henri L. Lenormand, quien con singular acierto indicaba que “si las pasiones y los sueños no pudiesen crear nuevos tiempos futuros, la vida sería un engaño”.
Tome conciencia entonces, que usted también es dueño de ese gran poder, y que está listo para ser utilizado. Imagínese que lo esperan los éxitos, uno tras otro, colocados en fila.
Pero atención. Hay que “hacer dar” esos sueños, efectuando todo lo que esté a su alcance para que se cumplan, y para que no se queden en sueños nada más. El comprobar los resultados concretos, le incentivará a seguir con mayor ímpetu.
Para ello, deje de lado las frivolidades y rebase la frontera de la mezquindad, evitando la fuga de sus ilusiones y de sus ganas ardientes de crecer.

¡Ví a Sharon!

Si existió una mujer que siempre quise ver personalmente, con mis propios ojos -aunque sea a cien metros de distancia, pero verla-, esa fue la espectacular actriz Sharon Stone, protagonista del filme “Bajos Instintos”, un record de taquilla en su momento.
Le confieso que, de alguna forma, en mi interior sabía que vería a esa estrella de Hollywood algún día, e incluso me lo decía. No obstante, enseguida me reía de mí mismo y acerca de lo que, seguramente, era una ilusión vana, una quimera, un sueño.
Pero durante la realización del Mundial de fútbol en Francia, y después de que los anfitriones se coronaran campeones del mundo, la sorpresa me tendería la mesa... Aquel 12 de julio de 1998, ya en horas de la noche, todo el pueblo se volcó a las calles parisinas, desbordantes de alegría y fanatismo.
Yo era uno de los tantos periodistas extranjeros apostados para la cobertura de tal evento, y uno más de los miles y miles -entre franceses y forasteros- que coparon la avenida de los históricos Campos Elíseos.
De repente, noto un arremolinamiento enorme, a la salida de un exclusivo centro nocturno. De pronto, veo estacionada una limusina blanca con vidrios polarizados -por supuesto- y casi como de la nada, aparecen fotógrafos por todos lados, uno tras otro, como desaforadas moscas en torno a un frasco de miel.
Ante mi estupor, y sin dar crédito a mis ojos, quien salía de ese café era... ¡Sharon Stone! Sí, no podía creerlo, pero era ella, abriéndose paso cual reina de belleza entre un mezclado enjambre de fanáticos del fútbol, turistas, fotógrafos, reporteros, curiosos y todo lo que se imagine.
Rubia, alta, con un vestido largo blanco, y con unos exóticos lentes de sol, sonrió ante todos los concurrentes y se metió en aquel coche, iluminando aún más la ya de por sí gloriosa noche parisina.
Que estuviera acompañado por el bigotón de su esposo -de aquel entonces-, no me importó en lo más mínimo, ¡como usted podrá suponer!
Lo cierto, es que con su partida y aquellos implacables “paparazzi” -quienes se retorcían apretujados encima de la limusina buscando su mejor toma gráfica-, me llegó el gran mensaje, la real comprobación de que los sueños sí se concretan, por increíbles que parezcan.
Si lo imaginamos con monolítica firmeza, si estamos convencidos de ello, cuando menos lo espere, éstos le palmearán la espalda.
Ah, me olvidaba decirle algo.
Creo que todavía no me pellizqué aún...

Marcelo Tarde Benítez
Periodista. Escritor. Conferencista Motivador. Consultor Internacional.

Artículo extractado de su libro "Cómo Vivir en el Planeta de la Confusión". Visita nuestra página web, escríbenos, y con gusto te contestaremos. Si te gustó este artículo, puedes reproducirlo, siempre y cuando sea fielmente y mencionando nuestra fuente, o sea nombre y web. Estamos a tus órdenes, que tengas un gran día!

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