La Condicion de la Iglesia Cristiana Hoy

Tristemente la Iglesia Cristiana deja mucho que desear en la sociedad. Ya no impacta. Se ha mezclado, sincretizado y diluido en sus principios y aplicaciones. Parece que el Evangelio perdio el poder. El problema real son los creyentes y lideres de la iglesia

Jose Yepes
Jose Yepes
6 de June · 1027 palabras.
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🕘 Resumen

El autor del artículo relata una experiencia en la que vio a dos líderes ungidos de una iglesia cristiana teniendo una discusión en la calle, lo que lo llevó a reflexionar sobre el comportamiento de los cristianos. Aunque estos líderes parecían muy espirituales en la iglesia y enseñaban consejos a los que estaban bajo su tutela, en la calle actuaban como cualquier mortal pecador. El autor se pregunta hasta dónde están cayendo los cristianos y por qué la gente no les cree, y la respuesta parece estar en la falta de práctica de sus consejos en sus vidas diarias. Es importante que los líderes cristianos y aquellos que se presentan como ejemplos a seguir sean coherentes entre lo que predican y lo que hacen, para no perder la confianza de los demás y poder llevar el mensaje de la fe a otros. En definitiva, los líderes cristianos deben esforzarse por llevar una vida acorde con los valores que predican y mantener su espiritualidad tanto dentro como fuera de la iglesia.
ESOS SON LOS LIDERES UNGIDOS
Estaba caminando yo por la avenida Teléfonos, en Apodaca, N.L. Se escuchaba el bullicio de la gente, el ruido del tráfico vehicular y un intenso y molesto calor. Iba a recoger mi computadora aun taller.

Delante de mí vi a una chica que caminaba en la misma dirección que yo y más delante iba un hombre joven, gordito, con dos folders en su mano. De pronto vio unas cajas con basura sobre la banqueta de la calle y tiro allí los folders. Llamo mi atención que la chica que iba delante, ante esta acción, abrió los brazos en una actitud como de “¡Hey!, ¿que te pasa?”.

Me saco de onda. Saco la chica su teléfono celular y marco un número, volteo y me miro, la mire… y la reconocí: Es una chica del grupo de Alabanza en una Iglesia Cristiana en Huinala, donde mi familia y yo asistimos. Ella me conoció e hizo como que se detenía en una esquina, mientras yo pasaba, evitando darme la cara. Se quedo allí (creo que para recoger los folders, pues según creo, eran de ella).

El gordito ni volteo. Pero saco su teléfono celular y contesto. Seguro que ella le estaba comunicando que yo estaba en escena y me di cuenta del suceso. Entonces lo reconocí: Es el chico que toca el bajo y el saxofón en la misma iglesia. Entendí entonces, son novios y estaban tal vez enojados y no supieron manejar el asunto. El siguió avanzando sin interrupción, ignorando el asunto y dejando a “su amada” en medio del bochornoso incidente.

En casa estaba reflexionando sobre el asunto. ¿Hasta donde estamos cayendo los cristianos? Estos jóvenes son “lideres” de jóvenes adolecentes (el) y ella es maestra para niños. En la iglesia parecen muy espirituales, en la calle son como cualquier mortal pecador. Quieren y pretenden ser ejemplo en la iglesia y dar “consejos” a los que están bajo su tutela. ¿Y cada día de la semana donde está la practica de esos consejos en sus vidas?

Por eso la gente no le cree a los cristianos, porque parecemos muy espirituales en la iglesia, en nuestra manera de hablar a los hermanos cristianos de la iglesia, pero en la calle y aun en nuestra casa somos como cualquier otro. Escuchando la opinión de no creyentes en Cristo, siempre nos definen como hipócritas por estas cosas, y tal vez tienen razón.

Me quede pensando si sus padres y aun el pastor de la Iglesia cristiana saben de la realidad de la vida de esos jóvenes. No lo se.

Por eso no soy muy dado a creer que jóvenes (menores de edad muchos de ellos) deban ser seleccionados como lideres, y menos sin supervisión. Tienen mucha disposición, pero no experiencia ni carácter. Un corazón no arrepentido sigue siendo un corazón corrompido.

Algunos pastores y padres de familia hasta piensan que de esa manera (siendo líderes) se comprometerán a ser más maduros y serán mejores personas. Si, como no. Por eso estamos como estamos. Cheque nada más el fruto de los llamados “Campamentos de verano” cristianos, “Encuentros” espirituales y “Retiros” espirituales”. Regresan llorando, dando “testimonio” de cómo Dios “los toco”; que su vida ha sido “transformada” y que “nunca mas serán iguales”. Que fueron “liberados” cuando tal o cual hermano oro por ellos… etc., etc., etc.

Pasan algunos días después, y siguen siendo iguales, presos de lo mismo que dicen fueron liberados, no se nota en ninguna manera la supuesta transformación que tuvieron según ellos, quejándose que les duele aquello que según ya habían sanado, amargados, llenos de odio, etc. Puro bla, bla, bla.

Jesucristo dijo que, Por los frutos los conoceremos. Y es verdad. Pero, ¿Por qué pasa esto? Creo entender que esto sucede porque esto es lo que les enseñan en la iglesia los pastores, todo dejándoselo a Dios, creyendo por fe que Dios ya hizo la obra, confesando lo que no se ve… sin fe. Ignorando que la fe sin obras esta muerta.

Estos jóvenes me recordaron la crisis que sufre la iglesia cristiana de hoy, mal fundada, ignorante de la Palabra de Dios y amante de los Slogans de los conferencistas famosos de televisión en Enlace.

Tengo dos hijas que me preocupan tanto como estos jóvenes y creo que como padres cristianos tenemos una gran responsabilidad y un gran reto: Enseñar a nuestros hijos a vivir conforme a la Palabra de Dios. Poniéndonos como ejemplo de vida delante de ellos. Como pastores la responsabilidad es mayor.

Siento mucho dolor por la condición de la iglesia cristiana actual. Como creyente en la Palabra de Dios, que SI transforma vidas, que si hace cambiar a quien la pone por obra. Que convierte el alma de verdad.

Hemos sido una familia que ha servido a Dios por más de 20 años como pastores, como ayudantes de traducción del Nuevo Testamento al Huasteco, como misioneros fundadores de iglesias en Veracruz, como maestros y evangelistas. Creemos en el poder de Dios que es REAL.

Vemos con tristeza que los creyentes (aun pastores) han olvidado el pensamiento cristiano para vivir una vida religiosa llena de actividades estériles en lo espiritual con tal de ser populares y tener lugares de reunión llenos.

Padre Dios, ayúdanos a ver nuestra realidad y a arrepentirnos de nuestra vanidad, carnalidad y avaricia material. Que entendamos que sin santidad no podremos aspirar a verte. Que entendamos que más importante que nuestra denominación es y debe ser nuestra relación personal contigo, con Jesucristo y con el Espíritu Santo. Que volvamos a tu Palabra, aplicándola a nuestra vida sabiendo que de allí mana la vida que necesitamos cada día. En el Nombre de Jesús.

¿Piensa usted igual que un servidor o diferente? Escríbame su opinión y con la ayuda de Dios estaremos en contacto.

Dios nos bendiga.


Jose Yepes ha sido pastor, misionero y ayudante de traductor del Nuevo Testamento al Huasteco de Veracruz en Veracruz por mas de 20 años. Actaulmente reside en Apodaca, Nuevo Leon, Mexico

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