La Igualdad de Todos o la Igualdad de Oportunidades para Todos

Ya está bien que autoridades y políticos en España sean del partido que sean piensen que su papel es el de premiar y castigar a los ciudadanos. Su papel debe ser administrar con la mayor economía de medios posibles las herramientas necesarias para poder ayudar a aquellos ciudadanos que lo necesitan

Frank Cotton
8 de January · 595 palabras.

🕘 Resumen

En una reciente entrevista con el rey de España en televisión, se puso en tela de juicio el impacto de la mentalidad socialista en todos los ámbitos de la sociedad española. El rey expresó que la sociedad española debía seguir profundizando en la igualdad, pero el autor del artículo argumenta que el estado no debe profundizar en la igualdad sino en la igualdad de oportunidades para sus ciudadanos. El autor sostiene que décadas de educación socialista han llevado a una igualación por debajo del nivel en el sistema educativo, mientras que el igualitarismo en el campo económico ha resultado en impuestos abusivos para los ricos que benefician principalmente a los políticos y a sus amigos. El autor concluye que las autoridades y los políticos no deben pensar en premiar y castigar a los ciudadanos, sino simplemente administrar los recursos necesarios para ayudar a los necesitados en la forma más económica posible. El papel del Estado debe ser la de facilitar la igualdad de oportunidades para todos los ciudadanos y no la igualdad entre ellos, arbitrando los medios para que todos puedan tener acceso a las mismas oportunidades.

Esta semana en una entrevista con el rey de España en televisión, me quedé sorprendido, por enésima vez, de hasta qué punto la mentalidad socialista influye en todos los ámbitos de nuestra sociedad.
En esa entrevista el rey habló de que la sociedad española tenía que seguir profundizando en la igualdad. Como frase está muy bien, pero es una frase incompleta, el estado, la sociedad, no tiene que profundizar en la igualdad sino en la igualdad de oportunidades para sus ciudadanos, que no es lo mismo.
Bastantes décadas de educación socialista nos han convencido de que es misión del Estado procurar la igualdad entre todos los ciudadanos.
En el campo de la educación es el sistema ha llevado a una igualación por abajo de forma que todos los chicos deben promocionar al curso siguiente y que el nivel de la clase de bajar lo suficiente para que los menos capacitados lo puedan seguir. El sistema tenido tanto éxito que hoy en día nuestro sistema educativo es uno de los peores de la OCDE.
En el campo económico es igualitarismo a llevado a intentar recaudar de los ricos mediante los impuestos abusivos cantidades exageradas para, en teoría, beneficiar a los necesitados. Digo en teoría porque en la práctica el sistema ha servido para enriquecer a los políticos y a sus amigos, beneficiando, si, a los necesitados, pero malgastando muchísimo dinero en la gestión irresponsable de esos fondos.
Ya está bien que autoridades y políticos en España sean del partido que sean piensen que su papel es el de premiar y castigar a los ciudadanos. Su papel debe ser, simplemente, administrar con la mayor economía de medios posibles las herramientas necesarias para poder ayudar a aquellos ciudadanos que necesitan ayuda, vigilando como he dicho antes, que todos los ciudadanos tengan las mismas oportunidades para alcanzar sus propios objetivos.
La función del Estado debe ser la de facilitar la igualdad de oportunidades para todos los ciudadanos y no la igualdad entre los ciudadanos. Debe ser arbitrar los medios para que todos los ciudadanos puedan tener acceso a la formación, para que empresas y ciudadanos estén en las mismas condiciones para competir en libertad, pero no puede ser que se arrogue la facultad de expropiar a unos ciudadanos para beneficiar a otros. No puede haber igualdad entre los ciudadanos si Dios no los ha dotado de las mismas capacidades y las mismas ganas de trabajar. Y evidentemente si una persona tiene más capacidades y más ganas de trabajar tendrá más éxito en su vida.
La teoría socialista de que el Estado está para redistribuir la riqueza entre todos los ciudadanos, es una teoría que ya desde antiguo era bastante criticable, pero en el mundo actual, dentro de la aldea global en la que vivimos en el siglo XXI donde la facilidad de las comunicaciones permiten un completo conocimiento de lo que ocurre en otros países, se ha vuelto imposible de defender por cuanto cuando se pretende esquilmar al rico, acaba ocurriendo, como en Francia con el actor Gerard Depardieu, que al rico se defiende marchándose del país con su dinero y sus empresas, y hoy en día eso no es ninguna aventura sino una opción al alcance de la mano de cualquier ciudadano que lo quiera intentar.

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Frank Cotton

Después de muchos años como ejecutivo en el sector de la franquicia, ahora tengo un negocio de marketing multinivel.

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