La Vida del Pastor

El trabajo de pastor en la actualidad es igual que el de una oficina. A esta oficina se entra, en la parte de invierno, a las ocho y se sale a las siete de la tarde; es como una oficina más. Aunque aguantas el sol y el agua que cae. Y el que no esté contento, que lo deje.

Nestor G.
Nestor G.
16 de January · 1617 palabras.
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🕘 Resumen

En la actualidad, el trabajo de pastor se asemeja al de una oficina, con horarios preestablecidos y procedimientos modernos para identificar y cuidar al ganado. Las ovejas ahora llevan un dispositivo en la oreja que las identifica y registran, mientras que antes se utilizaba un tatuaje en el muslo. Además, se ha implementado un sistema para mantener al ganado unido a través de una esponja, también conocida como hormona, que se inserta en la vagina de la oveja durante doce días y se retira para estimular los ovarios y promover la preñez. Este sistema se utiliza preferentemente en los meses de junio a enero, cuando las ovejas están más propensas a salir en celo. En invierno, es la época en que las ovejas paren, y se les proporciona alimento y cuidado adicional para asegurar su salud y la del recién nacido. Aunque algunos aspectos del trabajo del pastor han evolucionado, sigue siendo una ocupación esencial en la gestión y cuidado del ganado.
 El trabajo de pastor en la actualidad es igual que el de una oficina. A esta oficina se entra, en la parte de invierno, a las ocho y se sale a las siete de la tarde; es como una oficina más. Aunque aguantas el sol y el agua que cae. Y el que no esté contento, que lo deje.
Este garrote que llevo se llama cayada y, aquí en Alcozar, cachava; y es como la pluma estilográfica que usáis vosotros en las oficinas.
Ahora las ovejas llevan el Cortal en la oreja. Eso es igual que el número del carnet de identidad o del N.I.F. Ahora está identificado todo el ganado. Las ovejas están registradas y, de esa forma, ya saben de quién son.
En el invierno paren las ovejas. Bueno, ahora paren casi todo el año. Hay tiempos que sale el ganado en celo. Cuando más fácilmente salen las ovejas en celo es en junio, julio, agosto, septiembre, octubre, noviembre, diciembre y enero. Esos son los meses más efectivos para que salga la oveja en celo, que se llama salir morionda.
Hay un sistema para que el ganado para más "aunido" [1] que es la esponja, que se llama también hormona. Consiste en una esponjita de dos o tres milímetros que se mete con un tubo por la vagina de la oveja hasta unos quince centímetros o por ahí, y queda una cuerda asomando. Esa hormona o esponja tiene que estar doce días puesta. A los doce días se la quitas. La cuerda, que está asomando fuera, te la enrollas en el dedo y, nada más tirar, sale. Otras veces se queda la cuerda dentro y tienes que meter los dedos para sacarlas. Al mismo tiempo que se saca las esponjas se pone una inyección y, a los dos días, a esa oveja se la cubre con el semental, que se llama "mureco"[2].
La esponja lleva una mezcla de orina de caballo, y eso al quitarlo huele..., te pega a la nariz... Luego el pinchazo estimula los ovarios y hace que la oveja se quede preñada, aunque no todas se quedan.
Bueno, como te iba diciendo, en el invierno paren las ovejas, y se cuida a las paridas. Por la mañana las echamos un poco de cebada envuelta con paja. Las tienes allí en la nave como cosa de una hora y, cuando ya han comido y el día que no llueve, las sacas a "pastiar"[3] al campo. El día que llueve, pues quietas allí todo el día cerradas y "dando el biberón" a los corderos. Esos días las horas de oficina son más cortas, aunque tienes que estar allí quieras que no quieras, porque la una pare..., o tienes que pinchar a un cordero porque no está bien; la otra tiene otra cosa, total: que la jornada la haces y, si llega el caso, hasta alguna hora más que otros días.
A las ovejas, si hay que ayudarlas cuando empiezan a parir, se las tumba y se las aprieta por "tras"[4], por la parte del rabo, hasta que el cordero empieza a asomar las pezuñas o el morrito y, según va saliendo, le vas cogiendo del "cascarón"[5] o de la nuca y, una vez han salido el cuello y las manos de adelante, tiras un poco más para que salgan las paletillas y después tiras de la cabeza del cordero hacia la ubre de la oveja y ya sacas todo el cordero y se le pones a la madre para que mame.
En el cordón umbilical ahora se pone un poco de "spray", pero la mayoría de las veces la misma oveja se lo lame al cordero y no hace falta nada de eso. No hay que cortar el cordón, porque se corta él solo por el sitio más débil del tirón que das al sacar el cordero.

Andrés con dos corderos recién nacidos (2004)

Si el cordero viene mal, a veces hay que volverlo dentro del vientre de la oveja para podérselo sacar. En estos casos tienes que meter la mano y hacer de comadrón y de lo que haga falta. Metes la mano por la vagina e intentas coger la cabeza del cordero. Hay otros que vienen de culo o de rabo y entonces tiras de las patas y él solo sale.
Si la oveja no quiere al cordero que ha parido, los metes a los dos en una jaula que tenemos preparada. La jaula tiene un amarre que se ata a la cabeza de la oveja y así, quiera o no quiera, tiene que dar de mamar al cordero. Eso es lo que se hace ahora, pero antiguamente no lo hacían así.
Si es el cordero el que no quiere mamar, pues... ya sabe dónde se va a ir...
Ahora, si tienes que echar un cordero a una oveja que no es su madre, le untas con lo que nosotros llamamos los embarazos. Por ejemplo, si ha nacido un cordero muerto y quieres echar otro a esa oveja, pues le mojas con los embarazos y así no le rechaza la oveja. Los embarazos es lo mismo que el líquido que echan las mujeres cuando rompen aguas y con eso la oveja cree que ese cordero es de ella.
Hay épocas en las que comemos en casa y otras no. En el verano es cuando se come en casa, a la sombra y bajo teja, el resto del año comemos en esta oficina que está cubierta por las nubes.
En el verano se hace jornada partida. Te levantas a las cinco de la mañana y sueltas las ovejas a las seis. Estás en el campo hasta las once u once y media, según lo que caliente, y las vuelves a cerrar para irte a comer a casa. Después de comer, te echas la siestecilla y a las cinco o las seis de la tarde, según cómo esté el día, las vuelves a soltar otra vez hasta las once o las once y media, o sea, que se hace otro tajo más de oficina.
El pastoreo se hace según esté el día. En la parte de invierno se lleva las ovejas a "pastiar" a la hoja de remolacha. Pero, si ha llovido, no puedes pisar en las tierras, porque lo estropeas todo, y entonces las llevas por las laderas o por los picos.
En el verano, después de que se ha cosechado, se mete las ovejas por los rastrojos para que coman la paja.
En octubre, cuando ya se ha vendimiado, se lleva el ganado a comer la hoja de la viña, y algunos días también se va hacia el monte para que coman bellotas.
Yo, ahora, llevo seis sementales en el rebaño. Salen a "pastiar" durante la época que me interesa que cubran a las ovejas, y después los encierro en el corral. Lo más fácil para que las ovejas salgan en celo es no viendo al "mureco" durante una temporada. Luego,
cuando ven al carnero, se empiezan a "rebalar" las unas con las otras y enseguida salen en celo.
A las ovejas se las da sal igual que a las personas. No lo comen todos los días, pero de vez en cuando. Se echa la sal en un corro de unas cincuenta piedras que pueden estar en un alto o en cualquier otro sitio. La sal tiene que ser gorda, de la que se llama aquí granzuda, la llevas en sacos y vas echando un poco en cada piedra, y de allí la van comiendo las ovejas. Antes había varios salegares, pero ya no llevamos las ovejas allí. Ahora venden también unos bloques de sal que se ponen en las naves o en los corrales. Se colocan colgados y cada oveja chupa cuando lo necesita.
Ahora encerramos a las ovejas unas veces en la nave y otras en los corrales de antes, donde mejor te pille.
En el mes de mayo se hacen muchas horas en esta oficina, porque las ovejas empiezan a amorrarse. El amorrarse es que se juntan todas las ovejas en un pelotón y se quedan quietas para no pasar calor. Entonces el pastor aprovecha para comer o echarse la siesta. Y, mientras se está echando la siesta, pasan por encima de él las hormigas, los tábanos...

Andrés con sus perros y su rebaño (2004)

La sed que pasa el pastor es grande, porque el vino se pone igual que un caldo, y el agua igual que un sopicaldo. Se pone toda la bebida "caldorra" y no hay quien beba.
En el invierno hay días de todo: días buenos, días malos y días helados. Frío he pasado ya todo lo que he querido y más, porque en esta oficina el aire acondicionado y la calefacción entran y salen por todos los lados, porque esta oficina está muy abierta.
En el invierno hay que llevar una manta unos días, y otros el paraguas y el impermeable.
A veces, cuando empiezan las ovejas a parir, me toca hasta llevar seis corderos al hombro y eso pesa. Y ahora hay corderos de cinco kilos y de tres nacen la gran mayoría.
Yo he visto hacer la cesárea a una oveja para sacarla dos corderos. Paren muchas dos corderos, y este año han parido cuatro o cinco ovejas cuatro corderos cada una, pero nacen muy pequeños y la mayoría de las veces no viven.
Cuando nacen dos corderos, y hasta tres, de una misma oveja, es fácil que vivan todos, porque los cogemos y se los echamos a otra oveja que esté "vacía", y, si no, pues dan de mamar a los tres hasta que puedes quitar uno.

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