Todo Lo Que Crees Vas a Crear

“Todo lo que crees vas a crear”, se podría tomar esta frase como un presagio, podríamos entenderlo como un mandato, la propuesta es hacer de ella una “declaración”

Ilana Ventura
Ilana Ventura
21 de December · 642 palabras.
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🕘 Resumen

El artículo habla sobre la importancia de las declaraciones y su poder para cambiar la realidad. Parafraseando la frase "todo lo que crees vas a crear", se plantea la idea de que una declaración es el inicio de una posibilidad diferente, en la que se asume un compromiso y se genera una nueva realidad. Se explican ejemplos de cómo una declaración puede cambiar la vida de una persona, como cuando un juez declara a una pareja “marido y mujer”, o cuando alguien declara su intención de dejar de fumar. Además, se menciona el mito de Pigmalión y la profecía autocomplida, que muestran cómo las creencias pueden influir en la realidad y generar resultados coherentes con las expectativas. En conclusión, declarar lo que uno quiere lograr es el primer paso para crear una nueva realidad y alcanzar las metas propuestas.
“Todo lo que crees vas a crear”, se podría tomar esta frase como un presagio, podríamos entenderlo como un mandato, la propuesta es hacer de ella una “declaración”

¿De qué hablamos cuando hablamos de declaraciones? Declarar algo es el comienzo de una posibilidad diferente, a partir de una declaración se generan nuevas realidades. Declarar es asumir un compromiso. Luego de que se declarara la independencia de EEUU todo cambió, cuando un juez declara a una pareja “marido y mujer” ya nada es como antes, si un jurado declara “culpable” la vida del acusado comienza a virar, y en el momento en que el árbitro declara “penal” el partido hace un giro.

“Quiero dejar de fumar”– “Voy a tratar de dejar de fumar” – “Voy a dejar de fumar”. En este ejemplo: ¿podés ver la diferencia en cuanto a compromiso y responsabilidad asumida?

Cuando proponemos “declarar” que todo lo que crees lo vas a crear implica un cambio fundamental en el cual se asume un compromiso hasta ahora no tomado.

Primero la mente cree que las cosas son posibles o imposibles, luego la persona crea. Es en función de esta creencia que realizamos las acciones necesarias para que los resultados concuerden con las declaraciones emitidas.

Hay un mito que respalda esta proposición el cual da lugar al llamado “Efecto Pigmalión”. Éste se refiere a un suceso, por el que una persona consigue lo que se proponía previamente, a causa de la creencia de que puede conseguirlo. También hace alusión a la famosa “profecía autocumplida” por la cual una expectativa incita a las personas a actuar de forma tal que hacen que ésta se vuelva cierta.

De acuerdo con la mitología griega, Pigmalión era rey de Chipre y a su vez un excelente escultor.

Cuenta la leyenda que en una ocasión tomó un bloque de piedra y comenzó a esculpir la mujer de sus sueños. Poco a poco y con esfuerzo e intención manifiesta de lograr una bella dama pulió los bordes, limó imperfecciones, mejoró lo inmejorable y obtuvo lo que tanto ansiaba: la mujer de su vida, la cual nombró Galatea.
Se percató de que la estatua era más hermosa que todas las mujeres de la tierra y que sería imposible enamorarse de otra que no fuera su amada Galatea. Fue entonces cuando comenzó a pedirle a los dioses que le diera vida a su preciosa escultura.

Afrodita, al ver tanto amor, atendió sus deseos e infundió vida a Galatea.

Es natural pensar que el efecto Pigmalión puede traer aparejado tanto una consecuencia positiva como negativa. Si partimos de la certeza de que todo va a salir mal, allí llegaremos. Si partimos de la confianza y vemos la posibilidad de que salga bien, ese en nuestro posible corolario.

Muchas veces creemos que nuestros deseos van más allá de la capacidad que tenemos para asumirlos. Esta presunción nos limita y nos deja en el mismo lugar donde empezamos, si esto mismo lo hubieran pensado en la NASA, aún no sabríamos nada de la luna ni de otros planetas.

En otras ocasiones asumimos que si otros no lo hicieron antes es porque…, ¿qué posibilidad nos proporciona pensar de esta manera?

También nos encontramos con el “yo trato pero”. Pero… tratar no es hacer. Tratá de aplaudir, podés? No, o aplaudís o no, pero tratar de aplaudir no se puede.

Un planteo muy diferente es abordar una declaración desde el SI. Pensemos en el camino que se abre con el sólo hecho de creer que si lo pensamos es porque se puede.

La reflexión que te invitamos a hacer es ¿Con qué actitud te parás vos al hacer declaraciones?

El futuro pertenece a aquellos que creen en el futuro de sus sueños.
E. Roosevelt

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